Voces de FUKUSHIMA Vol.3 Sra. Ikuko TAKANO

De necesitar apoyo a apoyar
Hemos pensado en lo que podemos hacer para la restauración. Hemos visitado el salón de reuniones de las viviendas temporales, donde los voluntarios de CTVC desarrollan sus actividades. Al visitarlos, llevando tortas hechas por nosotros, cada vez nos conocemos mejor. El número de feligreses de nuestra parroquia es limitado, sin embargo participamos con lo que podemos en las actividades de voluntarios. Por ejemplo, hemos participado en las huertas de vegetales de Nihon-matsu.

Desde aquel día terrible, hemos venido trabajando duro y ahora se ve la luz en la iglesia de Haramachi, gracias al contínuo apoyo y estímulo. Si nos hubiéramos quedado encerrados en el ambiente limitado de la parroquia, no hubiera mejorado nada. A través de la condición de damnificados, nuestras relaciones con el exterior se han ampliado, han nacido lazos de amistad y hemos hecho muchos amigos nuevos. Lo que más nos alegra y nos fortalece es tener amigos que nos acompañan a la misa, tener alguien que toca órgano y que realiza las lecturas.

Las personas dicen: “Si no les importa que sea yo, con mucho gusto deseo ayudarles” y nos siguen apoyando. Con su ejemplo, ahora hay más gente que participan en las actividades de la iglesia. Había fieles que habían dejado de venir y que habían declarado que no se preocuparan más de ellos ya que habían sido evacuados de este lugar, sin embargo, nos escriben y nos mandan donaciones para la manutención de la iglesia. Esta es solamente una de las tantas cosas que nos ocurre cotidianamente.

Los factores que nos hacen sentir felices son las visitas de muchos devotos, la apertura de nuestra comunidad hacia el exterior, comuniones mutuas con los visitantes, entre otras. Aun no podemos saber cómo va a ir cambiando nuestra iglesia de Haramachi, pero estoy segura de que hacia un futuro mejor y lo creo con fé.