Voces de FUKUSHIMA Vol.4 Sr. Yuichiro SATO

El viernes 11 de marzo de 2011 , a las 14:46 horas, el gran terremoto sucedió.
El sábado 12, a las 15:36, la explosión de hidrógeno del reactor 1 ocurrió.
El lunes de 14, a las 11:01, la explosión de hidrógeno del reactor 3 ocurrió.

El Gran Terremoto del Noreste de Japón del 11 de marzo de 2011

El presidente de la comunidad de vecinos en las viviendas temporales en Miyashiro de la ciudad de Fukushima: Juicio Sato, procede de Namie.

Me llamo Sato, vengo de Miyashiro donde se encuentran las casas prefabricadas temporales.
Ya ha pasado un año desde el gran terremoto del 11 de marzo de 2011 que causó las explosiones de la central nuclear de Fukushima, las fugas radiactivas y la evacuación obligatoria.
Si hubiera sucedido sólo el terremoto, habría regresado a mi casa; mi pueblo Namie.
Cada vez que pienso que, si no hubiera habido las centrales nucleares ni el escape de radiación, no puedo dejar de enfadarme. ¿Cuántos años tardaré para retornar a mi hogar? Me pongo muy triste cuando imagino que es imposible regresar. Tenemos la responsabilidad de proteger nuestra tierra y entregarla a nuestros hijos. Es inaceptable arruinar nuestro pueblo por culpa de las centrales nucleares creadas por nosotros mismos. Sólo los habitantes de las zonas en que se ubican las plantas nucleares son capaces de determinar suspenderlas o ponerlas en funcionamiento.

El Gran Terremoto del Noreste de Japón del 11 de marzo de 2011
15.777 muertos, y 3.465 desaparecidos. el total: 19.242 personas.

Pueblo Namie
149 muertos, y 35 desaparecidos. El total:184 personas.

El 11 de marzo de 2011, me levanté de la cama y fui al trabajo como siempre. Era chofer de autobús. El horario de trabajo de ese día fue de tres horas por la mañana y otras tres por la tarde. Solía volver a casa para tomar un descanso y después regresar al trabajo. Ese día terminé el trabajo de la mañana sin novedad y regresé a casa para almorzar.
Cuando reposaba en casa y estaba viendo a la televisión, a las 2:16 de la tarde, los subtítulos de la pantalla empezaron a anunciar la “alerta temprana de terremotos”. Apagué la estufa de queroseno con mucha prisa e iba a bajar a las escaleras. Cuando bajé unos escalones, el fuerte temblor movió mi cuerpo a la derecha y a la izquierda. Choqué contra las paredes y no pude estar de pie ni andar recto. Cayéndome de culo, por fin llegué a la planta baja.
Al acudir a mi suegra, de 90 años, que descansaba en su habitación, ella perdió la calma y se movía sin querer como si hubiera estado bailando la danza de Awa Odori (un estilo de baile tradicional de Japón).
A duras penas la agarré de la mano y la cargué en mi espalda, intenté huir al jardín. El temblor era muy fuerte y el armario y el aparador se cayeron al suelo, me pareció que era difícil salir. Pero, finalmente lo logramos. En ese momento las tejas se cayeron y el muro de bloque se había derrumbado. Nos encontramos en una situación muy peligrosa. Fue increíble. Al mirar a mi alrededor, las calles se destruyeron y las casas se inclinaron. Fue un infierno. Esperaba hasta que el temblor se calmara, saqué el carro del garaje y llevé a mi suegra a un lugar seguro.
Después, fui a ver a los vecinos para saber si estaban bien. Afortunadamente, todos resultaron ilesos. Luego, ocurrieron muchas réplicas del terremoto. También fueron muy fuertes.